Bulgaria se lleva el IV Optifuel Challenge
Toledo acogió la final de la cuarta edición del Optifuel Challenge de Renault Trucks, una competición para encontrar al mejor eco-conductor internacional del año. El equipo búlgaro consiguió imponerse a los 29 transportistas procedentes de países de todo el mundo.
La final internacional de un vistazo
El representante español, Ruben Abad de la compañía Gametrans Norte (Palencia), debía enfrentarse a los mejores transportistas de países europeos, Turquía y el Norte de África con la presión extra que supone jugar en casa. Su temple se mantuvo firme durante toda la competición pese a los baches que se interponían en el camino. La lluvia y un accidente de tráfico acabaron con sus posibilidades de victoria y pese a su gran actuación tuvo que conformarse con una meritoria sexta posición. Todos los allí presentes lamentaron la mala suerte del participante español que demostró con creces su valía para estar en las primeras posiciones de no ser por los obstáculos que incrementaron su consumo sin que lo pudiera impedir. Pese a eso Abad se mostró contentó y nos comentó lo ilusionado que estaba por “poder vivir una experiencia inolvidable”.
Con el equipo local reducido los búlgaros aprovecharon la brillante actuación de su conductor, Plamen Ivanov para llevarse el premio, 6.000 euros y un Renault Trucks T 480, al este de la región. Un territorio que cosecha grandes eco-conductores viendo que el segundo puesto lo conquistó Adrian Tintea (Rumania). Günter Wilke, de Luxemburgo, completó el podio de una competición muy bien organizada que se centró en que se generará buen ambiente entre participantes y asistentes.
UNA COMPETICIÓN DIFERENTE
El Optifuel Challenge se podría entender como un Rally de regularidad, aquí correr no es lo más importante del mismo modo que en ruta las prisas son malas. Desde principios de año los 29 participantes organizaron sus respectivas semifinales para seleccionar a su mejor conductor eficiente y un total de 2.500 chóferes lucharon por llegar a esta final española. Toledo y sus alrededores fueron la localidad escogida para poner a prueba las capacidades de los finalistas, que efectuaron un recorrido de unos 40 minutos al volante del Renault Trucks T Optifuel con bloque de 13 litros Euro 6 step C.
Antes de la conducción tuvo lugar la rueda de prensa que sirvió para repasar las conduciones de la competición y la oferta de soluciones Optifuel de la marca del rombo. A continuación los participantes se enfrentaban al papel, probablemente el momento más tenso para ellos. El test teórico puntuaba un 10% mientras que la circulación contaba un 90%. Los workshops posteriores trataban de acercar a los competidores las novedades más candentes de la marca en la búsqueda de una mayor eficiencia. Los participantes pudieron participar en talleres sobre el proyecto Falcon, el camión Urban Lab2 (el laboratorio andante del que hablamos en este artículo) y la más curiosa, la impresión 3D en metal. Este último captó nuestra atención por lo prometedor del sistema de desarrollo y fabricación de motores más ligeros mediante piezas producidas con esta tecnología. Hace apenas unos años se veía como algo futurista pero la impresión 3D ya forma parte de nuestra vida en piezas complejas de un bloque Euro 6 puestas a prueba con éxito o el prototipo de motor DTI 5 de cuatro cilindros Euro 6 Step C que se crea sólo con este proceso 100% mecánico. Pero esto daría para un artículo a parte así que sigamos con la competición que nos llevó a Toledo, el Optifuel Challenge.
Tras las charlas empezaba lo realmente importante, la conducción eficiente en carretera. La puntuación de la competición se dividía por consumo (30%), velocidad comercial (30%) y tipo de conducción eficiente (30%). Este último punto era el más complejo, con variables como el tiempo sin pisar el acelerador, tiempo de conducción en la zona verde o el número de frenadas entre otros detalles. Una vez más el entorno se erigió como protagonista de la prueba, dificultando la consecución de la conducción eficiente para muchos conductores. Pese a este contratiempo el ambiente de la prueba fue inmejorable y el respeto entre competidores un lujo que bien podría trasladarse a otros campeonatos.