Invitamos a un profesional protagonista en el segmento de vehículo industrial para que comparta con nosotros su privilegiado punto de vista acerca del transporte de mercancías por carretera y la búsqueda de soluciones sostenibles. Se trata de José Luís Quero, quien hasta hace poco tiempo ha dirigido la introducción de Ford Trucks en España.
Transporte Sostenible soluciones asequibles y de calidad.
- La sostenibilidad del transporte en Europa: el desafío de ofrecer soluciones asequibles y de calidad
José Luis Quero, ex-CEO de Ford Trucks España
Desde la atalaya y libertad que me ofrece no estar ya al frente de una compañía implicada, me atrevo a afirmar que el sector del transporte en Europa se enfrenta a una encrucijada complicada: los transportistas deben buscar la rentabilidad en un contexto de costes crecientes. Mientras los fabricantes de vehículos se enfrentan a exigencias regulatorias cada vez más estrictas y que suponen, de facto, enormes riesgos económicos.
Como parte del grupo de proveedores de soluciones para el sector que me considero, he constatado la urgencia de poder ofrecer alternativas que permitan a los transportistas renovar y mantener sus flotas con productos de calidad, que cumplan con las exigencias normativas europeas sin poner en riesgo la viabilidad económica de sus operaciones.
Transición hacia tecnologías de bajas o cero emisiones
Hoy en día, no solo deben lidiar con los costes de adquisición y mantenimiento de vehículos, un mercado extraordinariamente competitivo y desfavorable y unas condiciones empresariales y de ejercicio profesional muy mejorables. También con la presión de cumplir con las normas ambientales y los objetivos de la Unión Europea en reducción de emisiones, que condicionan su propia viabilidad empresarial por diferentes aspectos.
Adaptarse a estos requisitos implica para los fabricantes de vehículos una rápida transición hacia tecnologías de bajas o cero emisiones, con inversiones significativas que, parece, deben trasladarse al precio final de los vehículos. ¿Hay mucha prisa por parte de Europa o han sido lentos los fabricantes europeos en comparación con otros?
Pareciera que la normativa europea esta más ajustada al desarrollo y capacidad de producción china que a la europea. Esto agrava aún más la situación de desfase, generando reacciones. Pongo como ejemplo las que se empiezan a ver en Alemania, que abogan por una transición más lenta, tecnológicamente neutral y sostenible desde el punto de vista económico. Transporte Sostenible soluciones asequibles y de calidad
En este contexto, la apertura del mercado europeo a nuevos fabricantes de vehículos industriales —siempre que cumplan con las normativas, sean estas las que fueran— podría aliviar parte de esta presión sobre el sector del transporte. Facilitaría la entrada de productos más asequibles, promoviendo la renovación de flotas y ayudando a los transportistas a cumplir con las exigencias regulatorias a precios accesibles. Esto es especialmente importante en un momento en el que el sector necesita opciones diversas y competitivas para adaptarse a los cambios regulatorios sin comprometer su rentabilidad.
Mayor competencia en el mercado
A lo largo de mi vida, he abogado por una competencia sana y abierta, que considero fundamental para impulsar la innovación y la mejora continua en cualquier industria. La seguridad en mi oferta de servicio o producto debe ser suficiente para no temer a ningún nuevo (o antiguo) adversario. Sin embargo, como vimos en el caso de las marcas japonesas de turismos en el pasado siglo, la entrada de nuevos actores en el mercado no siempre es bienvenida.
En su momento, los fabricantes europeos trataron de desprestigiar estas marcas, apelando a conceptos tan suigéneris como la «calidad percibida», para menoscabar la propuesta nueva y justificar posicionamientos sin base objetiva. En mi opinión, aquella introducción de nuevos actores mejoró el sector, la calidad y el producto que acabamos recibiendo todos, como clientes finales que somos.
Nuevos competidores en el mercado vehículo industrial
Lamentablemente, hoy vemos signos de una situación similar, con barreras que dificultan la entrada de competidores y medidas como los aranceles recientemente establecidos sobre vehículos, mayoritariamente, de origen chino.
Además, observamos cómo algunas marcas europeas limitan la capacidad de sus redes de concesionarios y talleres para diversificar y aumentar su rentabilidad a través de estas “nuevas” (para el mercado europeo) marcas, con los reguladores silbando y mirando para otro lado, escudándose en la “omertá” que impera entre los distribuidores debido al miedo a perder su principal fuente de ingresos actual por buscar un futuro mejor y más diversificado.
Sin embargo, en un entorno económico de alta incertidumbre, donde solo la demanda de servicios asequibles y de alta calidad crece, es fundamental que los concesionarios y talleres tengan libertad para buscar nuevos clientes y expandir sus servicios. Las políticas que limitan veladamente esta diversificación no solo afectan la sostenibilidad de estas empresas, sino también su capacidad para ofrecer un servicio de calidad que beneficie directamente al transportista y, en última instancia, al usuario final que, como ya he dicho, somos todos.
Para el futuro, necesitamos un sector abierto y diverso, en el que la competencia impulse la mejora continua y permita a los transportistas elegir las soluciones que mejor se adapten a sus necesidades y presupuesto. Un mercado donde la diversidad de alternativas promueva tanto el cumplimiento normativo como la sostenibilidad económica para fortalecer a toda la cadena de valor.
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