Reducir la velocidad para salvar vidas

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El año pasado hubieron 894 víctimas mortales en las carreteras españolas, que supusieron un crecimiento del 4% respecto al 2013. Por el contrario, las autopistas y autovías redujeron un 13% el número de fallecidos.

Según un informe realizado por PONS Seguridad Vial, empresa líder en consultoría estratégica pública y privada, si bajamos a 90 km/h el límite en carretera convencional se podría reducir hasta en un 20% los fallecidos en España.

El estudio analiza las cifras de siniestralidad vial registradas en 2014, y constata que mientras las vías de gran capacidad (autopistas y autovías) continúan reduciendo el número de fallecidos, un 13% menos respecto a 2013, las carreteras convencionales aumentan la siniestralidad (un 4% más).

Con la reducción del límite general de 100 a 90 km/h en el conjunto de vías secundarias, se produciría una serie de ventajas para evitar muertes porque se incrementaría la percepción de riesgo y el control del vehículo en caso de posible conflicto, y en caso de accidente las consecuencias serían menos lesivas.