Del Vabis a la Serie T Scania La cabina de morro con más historia
Aunque en Europa los fabricantes y legisladores se han puesto de acuerdo para machacar la posibilidad de trabajar con camiones de morro. Sin embargo Scania, con sus desaparecidos Serie T, fue uno de los últimos fabricantes en el continente europeo en mantenerlos en producción, continuando con una tradición casi centenaria en este tipo de camiones tan característicos. Scania La cabina de morro con más historia
Resulta curioso que justo cuando los Serie T de Scania se estaban labrando entre los transportistas más tunning amantes de las personalizaciones y decoraciones espectaculares de su vehículo, precísamente los responsables de Scania decidieran eliminar de la
producción el último camión europeo con diseño de morro, al estilo más popular en los USA. Quizás precísamente por ello el transportista danés Poul Andresen ha recreado un espectacular homenaje a los Scania Serie T y los Vabis que la precedieron en el tiempo.
Una cilíndrica vencedora
El conjunto trailer que aquí nos ocupa, bautizado como Poul´s Bremse Service, es algo así como un museo en ruta dedicado a la evolución de los Scania de morro. De la calidad de su decoración, que combina dibujos en gris para rememorar viejas épocas, con los fondos granate barnizados y detalles cromados, es de tal calidad que ha sido capaz de derrotar en la meca sueca de los camiones decorados a los transportistas suecos más espectaculares. Este Scania Serie T 164 580 CV Topline de matrícula danesa ha sido vencedor en el Nordik Trophy de 2012 y después quedar segundo en la competición del siguiente año 2013. Suponemos que quizás el homenaje a uno de los dos fabricantes suecos de camiones le habrá granjeado más de una simpatía por tierras suecas…
Los orígenes
Scania es una región del sur de Suecia, también la denominación de un asteroride que vaga por el espacio, pero para la inmensia mayoría de vosotros es el nombre de una marca de camiones ligada a sus poderosos motores en V y hasta hace poco espectaculares versiones con cabina de morro. Dos características nada habituales en el panorama de vehículos industriales pesados europeos. Si bien Scania nacía en el sur de Suecia, Malmö, en 1900, no sería hasta 1911 en que se fusionaba con otro gran nombre industrial sueco, Vabis, nacido en Södertälje, cuando ambos
empezarían un exitoso desarrollo con el camión y los autobuses como principal actor, abandonando poco a poco la fabricación de turismos y material ferroviario que habían ocupado a las dos empresas fundadoras de Scania-Vabis, denominación comercial que se mantendría en el capot de los Scania hasta 1969 y la fusión con la automovilística y aeronáutica SAAB.
Mejor con morro
Si bueno, muchos pensaréis que más chulos, de aspecto más agresivo, pero que puestos a maniobrar un largo capot delantero nunca representó una ayuda para el conductor. Desde luego, aunque basta viajar al interior de Escandinavia para observar que a lo largo de las rutas llanas que cruzan países como Suecia esas cabinas de morro no nos supondrían
molestia alguna. Y encima ya se sabe que la configuración con el capot delantero es la que facilita un acceso más simple al motor y encima no nos limita en el momento de equipar un gran motor, como los V8 que Scania no dejó de desarrollar hasta alcanzar sus actuales modelos de 16 litros de cilindrada y hasta 720 CV de potencia máxima. Scania La cabina de morro con más historia
Scania Vabis
Tras la Segunda Guerra mundial los Scania Vabis empezaron a consolidar una estética cuidada para sus cabinas de morro, que por aquel entonces eran los más extendidos en los mercados europeos. Un ejemplo de ello lo encontramos en el Scania Vabis LS23 de 1948. El camión de este modelo que vemos en una foto está conservado en el museo Scania de Södertälje, perteneció a los hermanos noruegos Einar y Tryggve Björnseth y estuvo trabajando en la localidad noruega de Trysil hasta 1966. La ventaja de llevar el motor a un morro por delante de la cabina es que esta quedaba totalmente despejada y así en el gran asiento de punta a punta podían viajar hasta cuatro ocupantes sin problemas.
Este camión de tres ejes tenía un peso total de 11.425 kilogramos, con 6 toneladas de carga útil, mientras que su motor era un Scania D604 de 6 cilindros en línea con precámara de combustión, 8,45 litros de cilindrada y una potencia máxima de 135 CV. Hasta que fue retirado del servicio el Scania Vabis LS23 recorrió 600.000 kilómetros.
Del L50 a los L110
Desde los años 50 a inicios de los 70 del pasado siglo, Scania por una parte afianzó la solidez tecnológica de sus camiones que por un lado se mostraban confortables gracias al diseños de las series Scania Vabis de las Series L, a la vez que su doble gama de motores en línea y 8 en V ofrecían cada vez más prestaciones. Esto permitiría a Scania una clara expansión internacional, no sólo a los incipientes mercados de la europa comunitaria, sinó también a latinoamérica con la fabricación desde Brasil. Modelos como el l85 de 1960 ofrecían un motor de 10,2 litros de cilindrada que en su versión aspirada rendía 165 CV a 2.200 rpm, que pronto alcanzaría los 205 CV gracias a la adopción de un elemento
mecánico que llegaba para quedarse: el turbo. A finales de los años 60 la normativa en países como Alemania permitía a los grandes conjuntos, semirremolques o trenes de carretera, alcanzar las 38 toneladas siempre y cuando se dispusiera de al menos 305 CV de potencia máxima. Ese fue el pistoletazo de salida para el desarrollo de los motores V8 Scania, con 14 litros de cilindrada y turbo. En 1969 el Scania Vabis LS110 ofrecía dicha potencia, en 1971, una versión más desarrollada aparecía con la nueva serie 141, de la cual ya existía una moderna cabina abatible sin morro, pero que todavía tenía su versión de morro para los incondicionales de esta configuración. Scania La cabina de morro con más historia
¿El más potente?
Scania se había ganado ya el apodo de “Rey de la Carretera” y en 1971 ostentaba con su 141 el codiciado título del más potente de Europa… Sí, bueno hasta que en 1972 una desconocida marca del sur de Europa llamada Pegaso le arrebataba el título por los pelos, con sus Pegaso turbo de 352 CV que dicho sea de paso no resultaron tan fiables como los Scania 141. El V8 de Scania era un 14,2 litros que en aquella primera versión ofrecía 350 CV a 2.800 rpm. Fue el inicio de la fama V8 que todavía hoy acompaña a Scania y sería el motor preferido para animar a los camiones Scania de las Serie T correspondientes a los 140, 141, 142, 143 y 144. Una evolución tecnológica que culminaría en los Serie T 164 de hasta 580 CV como el estupendo camión con cabina Topline que aquí nos muestra la evolución de los camiones Scania de morro.