Pegaso Troner un clásico con solera

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HISTORIAS PARALELAS

Los cambios en la sociedad siempre llegan con sus dosis de rechazo de los nostálgicos. Con la aparición de la electrónica, la tecnología y la conectividad los amantes de la automoción a la antigua (youngtimer’s en el caso de deportivos clásicos por ejemplo) se han fortalecido ante su creencia de que tiempos pasados fueron mejores, al menos para el alma. ¿Quién no ha escuchado que la música de los ochenta fue la bomba, qué la juventud anda descarriada y sin rumbo o qué el mundo sin internet era más humano? En un equipo como el de EnCamion.com, donde convivimos generaciones dispares, la pasión por los clásicos no se pone en duda. Hace falta entender de dónde venimos para saber hacia dónde vamos y por eso el Pegaso Troner no necesita de presentación alguno pero sí un pequeño homenaje a un camión que va más allá del entorno pegasista, es historia de España. Pegaso Troner un clásico con solera

 

Pegaso Troner, un clásico con solera

 

La ciudad condal fue la encargada de presentarnos en primicia el camión más avanzado de Pegaso en 1987, un vehículo a la altura de una Europa en expansión y un país abierto al fin abierto a Europa.  Era el Salón del Automóvil de Barcelona y el modelo en cuestión el Pegaso Troner, el último ideado y fabricado por la marca, bajo la gestión estatal de ENASA. Un vehículo que haría despegar a la ingeniería española pero que quedó en la sombra al poco tiempo. Muchos lamentan el inoportuno momento de su lanzamiento y que la gravísima crisis de los 90 se llevará con ella una firma lista para luchar a cara de perro con otros fabricantes europeos. Es posible que esa sea su épica. Lo que sí sabemos es que todavía hay camioneros que no se desprenden de un Troner que, hoy en día, sigue siendo un buen compañero de trabajo.

 

Pegaso Troner, un clásico con solera

Pegaso Troner un clásico con solera

Pegaso Troner, un clásico con solera

 

Uno de esos locos nostálgicos (con motivos) es Jesús Troner, que como habrán deducido se trata de un mote acorde con su pasión. Gallego es el verdadero apellido de este transportista especializado en la construcción que desde bien pequeño observaba los camiones como si su sino estuviera ligado a la carretera. En sus tardes pegado a la ventana de su casa, frente a la agencia de transporte, vio pasar todo tipo de Pegasos y Barreiros pero recuerda con cariño el primer “cabeza cuadrada” que le pasó por delante. Él en cuanto pudo se sacó el carnet y, como no podía ser de otro modo, su destino se entrelazó con el del Pegaso Troner que circulaba por vías españolas allá por 1990. Era la época dorada de un modelo que le acompañó en sus jornadas laborales y que ahora le hace compartir instantes únicos con sus amigos de las concentraciones de camiones clásicos. Entre encuentro y encuentro han formado un interesante grupillo denominado “Los Tronaos” y conocidos por sacar a relucir sus Troners para que el polvo y el paso del tiempo no les permita caer en el olvido o la artrosis mecánica.

 

Pegaso Troner, un clásico con solera

 

Pegaso Troner, un clásico con solera

 

Dios les cría y ellos se juntan como cita el dicho. De ahí que P. Cañada forme parte de esta comunidad al volante de un Pegaso Troner 1236.38 Cabina TX de techo alto. El depósito cromado y la suspensión de este Troner 360 TX son sus detalles característicos, además de un nivel de equipamiento que quita el hipo incluso ahora. Ese plus se debe a su origen europeo, unas raíces que le llevaron a restaurarlo con la ayuda de transportistas que tan sólo le pidieron una cosa a cambio: “poder verlo cuando estuviera completo”.  Cañada no es transportista, es por eso que los recuerdos de su camión son los que guarda de su infancia y las salidas que realizan en la actualidad, en las que el Troner muestra su mejor cara gracias a los asientos neumáticos y el aire acondicionado. “No parece un camión clásico” nos comentó en nuestro encuentro.

¿EL PORQUÉ DE TANTO CARIÑO?

El Pegaso Troner debía suponer el nitro de la marca para situar sus modelos en un Mercado Comunitario abierto a la sociedad española pero Iveco tomó las riendas y desbarató todo cuanto estaba en marcha. Del Troner existieron bastantes variantes, tanto por el chasis como los ejes y las potencias de sus bloques. En este último apartado las mejoras fueron notables, ya que empezó montando un motor de 360 CV para acabar con 400 CV que todavía ahora rinde sin problemas en las jornadas de nuestros transportistas. De entre todas estas opciones los más especiales, por únicos y exclusivos, son las unidades de circuito que participaron en el Campeonato Europeo de Carreras de Camiones.

 

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El inicio, destacable, de los españoles en las carreras de camiones se remonta a la participación de Antonio de Dios al volante de un “exitoso” Pegaso Tecno. Los resultados animaron a la empresa estatal ENASA a preparar un Troner rojo para la competición y cederlo al piloto, en un movimiento que supuso la antesala a la escudería oficial reconocida por el color negro de sus camiones debido al sponsor de lubricantes CS. Lo que consiguieron los preparadores británicos Dawson y Chalk fue un camión español que rendía 750 CV en las 2.600 rpm en pleno 1989 ¿Sorprendente verdad? Esa bala de grandes dimensiones la domaron Juan Escavias y Salvador Cañellas hasta conseguir subir al podio en el Gran Premio del Jarama del 1990. Con la intención de aprovechar ese tirón mediático la firma lanzo una Edición Especial Jarama del Pegaso Torner en 1991 pero la mala fortuna quiso que ese mismo año la escudería llegara a su fin, quedando tan sólo en manos de pilotos privados. Pegaso Troner un clásico con solera

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Pegaso Troner, un clásico con solera

 

Este mismo camión, que pasó por las manos de Salvador Cañellas, Simeón Martin y Quique Vila es el protagonista de este reportaje. Hasta la llegada de Quique parecía un potro indomable, sin más opciones que romperse carrera tras carrera pero todo cambió. Tal y como explicó Alberto Vila: “mi hermano Quique se acostumbró a no pasar el régimen adecuado y nunca más rompió nada… Desde entonces arranca a la primera”. Ellos mismos, los Tronaos aceptan que por mucho que quieran a Pegaso y sus camiones no dejas de estar ante un camión español: “o te salía un buen camión fácil de reparar a martillazos o te salía malo de fábrica” en este último caso no había manera de pillarle el truco.

EL MÁS JOVEN

Alejandro Robles es otro apasionado foráneo de la profesión ya que trabaja en una planta de aerogeneradores. Eso sí, con un Pegaso Troner 1237.40 TS en su poder. Resulta que desde pequeño adoró la profesión de su padre Javier pero no se ha decidido todavía a dar el salto a la carretera pese a tener todos los carnets en vigor. Con 28 años puede presumir de llevar en la tierra casi lo mismo que el modelo que conduce y seguir la tradición pegasista que su progenitor le inculcó. Para el los youngtimer’s no tienen nada que hacer frente a su camión y pese a que la gente se sorprenda al verle pasear los domingos al volante de su Troner él lo tiene claro: “Todavía hoy lo veo moderno, fue un adelantado a su época”.

 

Pegaso Troner, un clásico con solera

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