A raíz de la crisis de los chips una nueva palabra ha saltado a los titulares. Se trata del Decontenting. Un «palabro» proveniente del inglés bien conocido en los departamentos de ingeniería de los fabricantes de automoción desde hace años. Dicha expresión puede traducirse como reducción o vaciado de contenido. Visto desde el punto de vista de los fabricantes de automóviles y vehículos industriales puede considerarse un modo de mejora de los vehículos a través de la simplificación de sus componentes.
O eso era lo propio hasta que estalló la crisis de los chips, ya sabéis esos circuitos impresos imprescindibles en todo tipo de ordenadores. El problema es que tras el parón productivo que causaba la pandemia del COVID-19 los fabricantes mundiales de automoción no han logrado recuperar su suministro necesario de chips. Decontenting en vehículos Menos chips
Dichos chips son imprescindibles en la producción de cualquier ordenador. Unos ordenadores presentes en la cabina de camiones o furgonetas actuales a modo de las llamadas centralitas electrónicas. Se encargan de realizar o controlar infinidad de funciones. Algunos ejemplos: las ayudas electrónicas a la conducción, los mandos del volante multifunción, el elevalunas eléctrico o los nuevos sistemas de cámaras y pantallas que sustituyen a los espejos retrovisores de toda la vida. Sin los chips tampoco podríamos disponer de cajas de cambio automatizadas de mando secuencial. Lo mismo para programas de conducción, control automático de velocidad de crucero o asientos reclinables electrónicamente. Por no hablar de elementos de confort que ya consideramos equipamiento estándar como el equipo de música, el navegador o simplemente la teclita que nos permite iluminar el interior de la cabina… Decontenting en vehículos Menos chips
Decontenting frente a retrasos en las entregas
El problema es complejo y como tal tiene varios orígenes. Trataremos de aclarar alguno de ellos:
- En total la automoción mundial es un pequeño cliente para los fabricantes de chips. Únicamente supone un 4 por ciento de la producción mundial de chips.
- La producción mundial de chips está centralizada por muy pocos fabricantes, menos de una decena. Y todos trabajan al límite de sus capacidades.
- La mayor parte de los fabricantes de semiconductores y chips se concentran en Asia, con la excepción de la estadounidense Intel que se acerca al 10 por ciento de la producción mundial, entre China, Taiwán y Corea del Sur. Una zona con crecientes conflictos geopolíticos entre dichos países.
- Los dos principales fabricantes mundiales de chips y semiconductores, derivados del silicio principalmente, son la coreana Samsung y la taiwanesa TSMC, entre ambos suman cerca del 50 por ciento de la producción mundial .
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El arranque de la cadena logística tras el impacto de la Pandemia ha sido problemático.
- En parte, los pedidos anulados de chips por parte de los fabricantes de vehículos, han sido compensados por fabricantes de equipos de telefonía, consolas de juegos online y la nueva industria de las criptomonedas y su minería. Dicha minería emplea cantidades crecientes de ordenadores de última generación y por tanto se ha convertido en un cliente de primer orden para los fabricantes de semiconductores.
- Actualmente los fabricantes de chips y materiales semiconductores viven una época dorada. Están produciendo al máximo de su capacidad y obteniendo enormes beneficios económicos. Por tanto no se prevé que quieran cambiar la actual situación. Como ejemplo, Samsumg incrementó en un 82 por ciento sus beneficios en la división dedicada a Fabricar Chips durante 2020. Pese a ello Intel espera crecer y abrir nuevas factorías en América y Europa.
Dicho de otro modo, las interrupciones en la fabricación de vehículos industriales debido a falta de componentes electrónicos de 2021 no tienen solución fácil ni rápida. Han ocasionado grandes demoras en los plazos de entrega de camiones. Además de tratar de recomponer las entregas de chips. Eso mediante nuevos contratos a precios mayores que antes y que tardan un tiempo en surtir efecto. Mientras, los fabricantes se han visto obligados a recurrir al Decontenting para volver a poner en marcha sus cadenas de producción.
¿Qué es el decontenting?
Así el Decontenting es tratar de suprimir componentes o simplificarlos pero en principio logrando que el vehículo realice las mismas funciones que antes. Eso es lo que permite a los ingenieros crear nuevas generaciones de camiones, más potentes, más seguros y cómodos pero a la vez más ligeros que los anteriores.
Sin embargo, con las cadenas de fabricación paradas o trabajando de modo intermitente, el decontenting ha ganado un nuevo significado. Ahora se trata de eliminar en lo posible la cantidad de semiconductores y chips que incorpora cada vehículo. Si, por ejemplo, antes una centralita controlaba el sistema de los espejos con antivaho y otra los elevalunas, ahora se trata de concentrar el máximo de funciones en cada una de dichas centralitas.
Decontenting en vehículos Menos chips
En definitiva hacer que cada chip trabaje al límite de sus capacidades. De este modo se minimizan las paradas de producción a causa de la escasez de chips. Por tanto se van normalizando los plazos de entrega en las factorías de vehículos. Algunos fabricantes, tratando de pisar el acelerador al extremo llegan a proponer a los clientes en lista de espera tratos que poco tiempo atrás nos hubieran parecido increíbles. Algunos fabricantes simplemente eliminan provisionalmente de su catálogo los modelos con mayor nivel de equipamiento.
Otros directamente preguntan a los usuarios si admitirían recibir su nuevo camión o furgoneta con menos equipos de los esperados. Por ejemplo, recibir una tractora sin elevalunas eléctricos ni retrovisores ajustables eléctricamente, pero unos meses antes de lo previsto. Algunos a cambio incluso reciben descuentos extra en la compra del vehículo. Otros en cambio prefieren que se les instalen los equipos restantes una vez se reciban sus componentes, en una revisión cotidiana de mantenimiento. Vemos así como en estos tiempos de dificultades logísticas para la industria de la automoción el decontenting gana un nuevo sentido. En esta ocasión permite mantener las cadenas de producción en marcha incluso ante la falta de unos componentes tan vitales, como son actualmente los electrónicos. De cara al transportista y usuario de todo tipo de vehículos industriales se logra normalizar los plazos de entrega de los nuevos vehículos. ¿Tendremos que irnos acostumbrando al Decontenting como algo que nos acompañará de modo definitivo?
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