La Sociedad de Técnicos de Automoción (STA) ha celebrado su Jornada 2025, centrada en el hidrógeno como alternativa sostenible para el transporte. Con más de 100 asistentes, el evento ha destacado las ventajas de los motores de hidrógeno (H2 ICE) y las pilas de combustible (FCEV) en vehículos industriales y de pasajeros.
La Jornada STA 2025, celebrada en Sant Boi de Llobregat(BCN), ha reunido a los principales actores del sector del transporte para analizar el futuro del hidrógeno en la automoción. José Manuel Barrios, presidente de STA, ha destacado que los vehículos de hidrógeno ya son comparables en rendimiento y autonomía a los tradicionales de gasolina, con la ventaja añadida de ser más ecológicos.
Motores de Hidrógeno (H2 ICE): Una Alternativa Viable
Los motores de combustión interna alimentados con hidrógeno (H2 ICE), también conocidos como «motores calientes», han sido uno de los temas centrales de la Jornada STA 2025. Estos motores ofrecen una fácil reconversión de los motores tradicionales de gasolina y diésel, lo que los convierte en una opción atractiva para la industria del transporte.
Además, los H2 ICE presentan la etiqueta ECO, lo que los hace aprobados por la Administración para su uso en zonas urbanas. Aunque estos motores aún emiten NOx y CO₂, lo hacen en cantidades significativamente menores que los motores de gasolina o diésel. Algunas marcas ya han conseguido beneficios similares a los vehículos convencionales, lo que refuerza su viabilidad como alternativa sostenible.
Pilas de Combustible (FCEV): La Tecnología del Futuro
Otra de las tecnologías destacadas en la Jornada STA 2025 ha sido la de las pilas de combustible (FCEV). Estos vehículos generan electricidad a través de una reacción química entre hidrógeno y oxígeno, emitiendo solo vapor de agua. A diferencia de los coches eléctricos, los FCEV no necesitan ser enchufados para recargarse, lo que los hace más prácticos para largas distancias.
Sin embargo, aún existen desafíos técnicos que resolver, como la degradación de la pila de combustible, que actualmente tiene una vida útil de alrededor de 160.000 km. Además, el coste de sustitución de la pila puede suponer hasta el 50% del valor del vehículo. A pesar de estos obstáculos, los FCEV se presentan como una gran alternativa en el innovador sistema de combustión, especialmente para flotas de transporte pesado como autobuses y camiones.
Infraestructura de Recarga: El Desafío Pendiente
Uno de los principales desafíos para la adopción masiva del hidrógeno como combustible es la infraestructura de recarga. Actualmente, el número de estaciones de recarga de hidrógeno es limitado, lo que dificulta su uso generalizado. En la Jornada STA 2025, se ha analizado el avance en la infraestructura y se ha hecho un llamado al gobierno para que impulse planes de desarrollo y apoyo a esta tecnología.
Recargar hidrógeno en un vehículo es similar a repostar gas, pero los puntos de recarga tienen que ampliarse significativamente para cumplir con los objetivos marcados para 2035. La expansión de la infraestructura de recarga es crucial para que el hidrógeno se consolide como una alternativa real a los combustibles fósiles.
Biometano: Un Gas de Transición
Además del hidrógeno, también se ha analizado el biometano como gas de transición para flotas de producción. El biometano, derivado de residuos orgánicos, se presenta como una opción viable para reducir las emisiones de CO₂ en el transporte pesado mientras se desarrolla la infraestructura necesaria para el hidrógeno.
José Manuel Barrios ha destacado que el biometano puede ser una solución temporal efectiva, especialmente para flotas de autobuses y camiones que operan en áreas urbanas. Sin embargo, el hidrógeno sigue siendo la apuesta a largo plazo para la descarbonización del transporte.
Conclusión: El Hidrógeno es Clave para el Futuro del Transporte
La jornada ha dejado claro que el hidrógeno es clave para el futuro del transporte. Con avances tecnológicos y un mayor apoyo gubernamental, el hidrógeno podría convertirse en una alternativa real a los motores de combustión y eléctricos para 2035. Los motores de hidrógeno (H2 ICE) y las pilas de combustible (FCEV) ofrecen soluciones viables para la descarbonización del transporte, especialmente en vehículos pesados.
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