Los estibadores ganan la batalla pero no la guerra

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El Ministerio de Fomento retrasa la aprobación del decreto de la reforma de la estiba y los trabajadores desconvocan la huelga convocada para los días 20, 22 y 24 de febrero

Foto de archivo

Hace un día hablábamos de la tensión que se vivía en los puertos debido al retraso en las cargas y descargas de los barcos. Una disminución del ritmo del trabajadores de los estibadores que algunos entendían como una huelga encubierta antes de la convocada este mismo mes.

Ante tal situación el Ministerio de Fomento se ofreció ayer a los sindicatos retrasar la aprobación del decreto de reforma de la estiba que llega desde Europa al menos hasta la reunión del 24 de febrero. A cambio los sindicatos han desconvocado los paros parciales que estaban fijados para la próxima semana y de ese modo pretenden, ambas partes, mejorar el ambiente de negociación. Fomento considera “imprescindible que esta negociación se desarrolle en un clima de normalidad” y es medida permite evitar el perjuicio que podía suponer para los puertos y la economía española.

NOTÍCIA 15/02/2017

El puerto de Barcelona ha sido el primero en notar los estragos del conflicto laboral que se cuece con la propuesta del Ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que afecta al convenio laboral de los estibadores. Con una huelga oficial convocada para el 20, 22 y 24 de febrero, el malestar del colectivo ya se hace notar en el ritmo de la carga y descarga de barcos. Pese a los intentos de la policía portuaria por normalizar esta gestión el tránsito de camiones se ha visto afectado y el tráfico marítimo puede ser el siguiente. Según datos publicados por El Periódico de Catalunya el puerto de Barcelona recibe el 86% de las importaciones mientras que de él salen el 60% de las exportaciones, por eso la fuerza de un colectivo de más de 6.000 trabajadores es tan palpable.

El objetivo de Íñigo de la Serna de liberalizar el sistema de contratación de trabajadores para carga y descarga de barcos levanta ampollas entre los estibadores del puerto de Barcelona. Hasta ahora las empresas estibadoras cuentan con una regulación laboral propia y no recurren al mercado para contratar su personal ya que tienen su propio proceso de incorporación.

El conflicto, por tanto, está servido. Los estibadores no quieren perder su salario y la propuesta del Tribunal de Justicia de la Unión Europea pone en riesgo su buena salud. La UE quiere que las empresas no dependan de un mismo convenio colectivo, al que pertenecen por obligación cuando se inscriben en una Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios, y eso supone que puedan establecer un sueldo distinto al actual.