Algunas empresas han llegado a pactar pagos con los yihadistas para poder operar corredores seguros.
La creciente inseguridad en las rutas del Sahel preocupa cada vez más a los camioneros marroquíes y senegaleses. Ya que atraviesan frecuentemente esta región estratégica de África Occidental. El reciente secuestro de seis transportistas senegaleses en Mali por el grupo terrorista JNIM, afiliado a Al Qaeda. Ha puesto en alerta tanto a los conductores como a sus sindicatos y empresas. Puesto que los ataques son cada vez más frecuentes y afectan a convoyes de diversas nacionalidades. Peligro para el transporte en África
Amenaza persistente en el Sahel
Los grupos armados, como el JNIM y el Estado Islámico en la región, instalan controles improvisados y operan con tal rapidez que las fuerzas de seguridad locales no pueden garantizar la protección de los transportistas. La vulnerabilidad de los camioneros es tal que algunas empresas han llegado a pactar pagos con los yihadistas para poder operar corredores seguros. Evidenciando la falta de alternativas seguras y la urgente necesidad de soluciones oficiales.
Reclamaciones de los sindicatos y empresas
Líderes sindicales marroquíes han solicitado al gobierno de Rabat que negocie directamente con los países del Sahel para implementar escoltas armadas, con la cooperación de sus gendarmerías, como medida para proteger la vida y el comercio. Mustapha Chaoun, presidente de la Unión Africana de Transporte y Logística, ha insistido también en la responsabilidad de los organismos internacionales para buscar fórmulas que devuelvan la estabilidad al corredor transahariano, clave para la economía de Marruecos y toda la región.
Alternativas en debate
La dependencia del Corredor Transahariano, que concentra gran parte del tráfico comercial entre Marruecos y África Occidental (más de 1.650 camiones marroquíes al mes). Llevando a la búsqueda de rutas alternativas ante el incremento de la inseguridad. Entre las propuestas destaca la posible apertura de una ruta fronteriza entre Smara (Sáhara marroquí) y Bir Moghrein (Mauritania), diseñada para evitar las zonas más peligrosas, aunque aún está en fase de planificación.
Impacto comercial y humano
La situación en el Sahel es un reto estratégico y humano: sin estabilidad y seguridad no solo peligra el comercio, sino la vida cotidiana de miles de conductores. Los actores del sector remiten a la necesidad de cooperación regional y de decisiones rápidas. Que permitan que el transporte siga siendo una herramienta de desarrollo y conectividad para los países africanos.
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