Transmisión Automática Allison Fuelsense para vehículo industrial
Ahorro de quinta generación
Con su programa de gestión Fuelsense Allison aporta un nuevo nivel de ahorro de combustible, que puede alcanzar hasta el 20 por ciento, en vehículos industriales pesados equipados con cajas de velocidades automáticas, los conocidos convertidores de par, a los que Allison dota ya con su quinta generación de sistemas de gestión electrónica a los que pertenece el programa de gestión Fuelsense.
Los especialistas en transmisiones automáticas para todo tipo de vehículo industrial de Allison Transmission aportan con el programa de gestión para sus cajas de cambio denominado Fuelsense un nuevo hito en cuanto a funcionamiento eficiente y ahorro de combustible se trata. El cerebro electrónico del sistema que gestiona la caja de cambios lo hace por un lado basándose entre otras en las informaciones que le aportan sus inclinómetros integrados, de modo que el camión reacciona como si viera el terreno por el que circula, puesto que cuenta con información acerca de si subimos o bajamos una cuesta. Así mismo, se divide la ruta en cuatro ciclos de trabajo
específicos, en función del tipo de conducción que realizamos en cada uno de ellos; aceleración, ruta en carretera abierta a velocidad constante, continuas paradas y arrancadas o deceleración. En cada una de ellas la electrónica actúa de modo que optimiza el funcionamiento del motor en cada una de dichas fases, variando el modo en que se realizan los cambios de velocidades e incluso, en la versión Max del sistema Fuelsense, actuando sobre el modo en que se realizan las aceleraciones.
Programa Super Economy
La caja de cambios automática Allison cuenta con diferentes modos de funcionamiento. Por ejemplo, en un camión dedicado a la recogida urbana de residuos, como puede ser el Mercedes Benz Econic donde Allison nos mostró la caja de cambios Serie 3000 Fuelsense con 7 relaciones, el funcionamiento básico se haría en modo Eco, más ahorrativo. En la parte de la ruta en que ya viajamos con toda la carga o bien cuando debemos acelerar a fondo para incorporarnos a una vía rápida podemos utilizar el modo Power que prioriza las prestaciones por delante del ahorro de combustible y nos permite aprovechar al máximo la potencia disponible. Si el vehículo al volante del que viajemos fuese un camión de bomberos, por ejemplo, la caja se programaría de modo que el programa predeterminado al arrancar fuese el Power en lugar del Eco, que quedaría reservado para circular cuando no acudiésemos a una emergencia.
Sin embargo en función de la carga, velocidad, estilo de conducción la electrónica de la caja puede decidir pasar de un modo a otro automáticamente para optimizar el rendimiento del camión. A efectos prácticos si viajamos sin carga la electrónica no obedece si aceleramos a fondo, simplemente deja que el camión coja velocidad sin necesidad de dar gas a fondo y por tanto gastar combustible de modo innecesario. Existe además un modo Super Economy que permite realizar los cambios 300 rpm por debajo del nivel normal, para gastar lo mínimo cuando no necesitamos aprovechar el 100 por 100 de la potencia del motor.
También en ruta
Aunque el uso donde una transmisión automática Allison equipada con el programa de gestión Fuelsense puede aportar mayor ahorro de combustible sería el propio de un bus urbano, donde aporta un ahorro del 20 por ciento, se estima que un camión de distribución urbana o un recolector urbano de basuras pueden alcanzar ahorros similares. Un vehículo pesado realizando ruta interurbana al utilizar una transmisión Allison de este tipo podría ahorrar un cinco por ciento de gasóleo respecto a una caja de cambios convencional.
Desde verano de 2014 Allison sirve en todos los mercados y para prácticamente todos los fabricantes de vehículos industriales sus cajas de cambio automáticas con electrónica de quinta generación y sistema Fuelsense, para motorizaciones Euro 6 diesel y de gas.
El sistema Fuelsense se aplica a la cajas de cambio Allison de las series 1000,2000, 3000 y 4000. Sus principales ventajas son:
-Alta maniobrabilidad del vehículo con bajo consumo.
-En pendientes pronunciadas se controla mejor el camión, ni toma velocidad en los descensos ni se va para atrás en la arrancada.
-El conductor trabaja más desahogado, se puede centrar en la conducción y eso aporta seguridad.
-El par no se interrumpe en los cambios de marcha y eso elimina tirones en la cadena cinemática.
-Se reducen los costes de explotación, por el menor consumo y por la menor necesidad de mantenimiento de la transmisión.
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