Prueba Volkswagen California T6. Con ligeros cambios estéticos la nueva camper de Volkswagen tiene un comportamiento exquisito y un nivel de acabado superior. Nos dirigimos a las tierras de L’Ebre para ponerla a prueba.
Por: Telva Somoza.
Prueba Volkswagen California T6. Cuando te plantean hacer la prueba de una Volkswagen California lo primero que se pasa por tu cabeza es cumplir con su filosofía de libertad y aventura. Dicho de otro modo: encontrar el lugar perfecto para vivir al roce de la naturaleza, las olas del mar y el sonido de nuestro planeta. El concepto de campervan tiene su qué y permite fusionar los mejores argumentos de los turismos y las autocarvanas con ciertas limitaciones debidas a su tamaño. Desde su nacimiento hace 50 años, la Volkswagen California se ha alzado con el título de la campera más famosa gracias al aura hippie que la acompaña (con permiso de su rival más férrea, la Mercedes Marco Polo). Para poder explicar la pasión que despiertan, el equipo de www.encamion.com nos fuimos al Delta del Ebro, el terreno perfecto para probar la sexta generación de este hotel sobre ruedas.
Nuestra unidad de pruebas fue la nueva Volkswagen California T6 con el acabado Ocean (dispone de otro denominada Beach), motorización turbodiésel 2.0 TDI de 150 CV y cambio manual. Antes de pasar a desgranar todos sus detalles cabe destacar que la evolución respecto a la generación anterior no es remarcable. En el apartado estético el frontal es algo más grande. Cuenta con una parrilla de líneas más rectas perfiladas por un cromado que se funde a la perfección con los nuevos grupos ópticos con luces diurnas de tipo LED.
En general su diseño es más anguloso, un detalle que aporta robustez y elegancia a la par que dinamismo. En nuestro caso el color de la carrocería era blanco pero si se opta por el bicolor (2.484 euros más) el parecido con la primera California es nostálgico.
En su interior el salpicadero sufre las mismas modificaciones que toda la gama Volkswagen y consigue generar la sensación de estar ante cualquier coche de la gama. En nuestro caso el volante no contaba con la botonería habitual pero la firma asegura que viene de serie con el acabado Ocean, se trataba de una unidad alemana. Desde la pantalla multifunción de 6,3 pulgadas y táctil se pueden controlar todos los detalles multimedia y la conectividad con el teléfono es completa.
El ordenador de viaje está disponible en el cuadro de mandos y ofrece detalles como consumos y avisos de la navegación, muy útiles durante un viaje de largo recorrido. Las dos plazas delanteras gozan de un espacio notable algo que se agradece junto con su ergonomía y los dos reposa-brazos terminan por ser indispensables. En cuanto a sistemas de seguridad nuestra unidad iba bastante ‘pelada’ pero de serie cuenta con el control de velocidad de crucero, la regulación automática de luz de carretera y los faros antiniebla con luz de giro, entre otros.
La Volkswagen California T6 que pudimos poner a prueba monta un propulsor muy versátil, listo para las autopistas y las carreteras más reviradas. Si bien su peso (2.443 kilogramos) no permite tener sensaciones de deportivo, su comportamiento en carretera es como el de cualquier turismo. La tracción delantera genera cierto barqueo en las curvas más cerradas pero ni tan siquiera roza la inestabilidad. El cambio manual es agradable, suave y sin durezas, como si de un Polo se tratara.
El consumo medio que homologa la firma es de 6,4 litros a los 100 km y unas emisiones de 169 g/km gracias al nuevo sistema AdBlue. Tras la prueba podemos asegurar que dichos datos son difícilmente realizables si no vas siempre a una velocidad contenida y pensando en la eficiencia. De todos modos su consumo nos sorprendió gratamente llegando a firmar una media en todo el viaje (con curvas, pendientes y ciudad incluidos) de 7,2 litros a los 100 km.
Al llegar a nuestro destino empezamos a notar los elementos diferenciadores de su elección. Si nos olvidamos del hecho del baño, todo en esta California está pensado para el máximo confort. Tras activar el mecanismo eléctrico de elevación del techo y elevar la cama superior, la percepción del espacio interior cambia por completo y se puede hacer vida sin salir siquiera de ella.
Los asientos delanteros se pueden girar 180 grados pero hay que ir con cuidado y entender el juego para no rascar las puertas. En esa posición pueden comer cuatro personas ante la mesa plegable. Además, cuenta con una nevera pequeña que enfría cual congelador, una cocina con gas y una bomba de agua de tamaño medio que aseguran una cierta autonomía durante el viaje. Su diseño es sobrio y atemporal pero se nota la calidad de sus materiales y poco a poco vas encontrando compartimentos para guardar todos tus objetos.
Con el acabado escogido, la California viene con sillas y mesa utilizables en el exterior gracias al toldo extensible que te resguarda del calor del verano y las lluvias inesperadas. Enchufes, ducha exterior y calefacción se suman a su equipamiento más lujoso.
La primera noche probamos la cama superior que cuenta con somier y un revestimiento acolchado de 1,20 x 2,00 metros. Al bajar todas las persianas y cerrar las cortinas del parabrisas (cuentan con un nuevo encaje que facilita su cierre) se consigue la intimidad deseada. La tela de la parte superior es lo suficientemente oscura como para que no molesten las luces pero la insonorización es casi nula por lo que no es recomendable parar a dormir en zonas de mucho tráfico. El confort es bueno y más parecido a un colchón que en la cama inferior.
La segunda noche comprobamos la de abajo ya que la segunda fila de asientos se puede abatir manualmente para crear otro lecho (pueden viajar y dormir hasta 4 personas). En general la sensación de seguridad es superior, todo está más a mano y se mantiene una temperatura estable pero el catre es algo más pequeño y duro. Unas nuevas luces en el portón del maletero consiguen que la zona de la cabeza esté iluminada.
Al llegar a casa del viaje la sensación es que esta nueva generación no ha sufrido muchos cambios pero sigue situando su equipamiento como punta de lanza ante sus rivales. Volkswagen no ha querido arriesgar con la campera por excelencia pero parece que quede poco por hacer. Algunos mecanismos eléctricos como el portón o el abatimiento de los asientos traseros y conseguir montar un váter químico son los únicos peros que he podido encontrar y que se deben a su tamaño y filosofía.
Si lo que se busca es una campervan con un alto nivel de acabados, el confort asegurado, un comportamiento en carretera que nada envidia a los turismos y un viaje sin horarios ni limites, la Volkswagen California es una buena opción. Eso sí, hay que tener en cuenta que con este acabado y el motor indicado su precio de salida es de 51.679 euros. Nuestra unidad de prueba, en cambio se dispara de precio.
Aquí os dejamos la ficha técnica:
Ya disponible últimas pruebas en el canal oficial de Encamión en YouTube.