Camiones Grúa de Rescate 24 horas en los años 20 y 30

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Camiones Grúa de Rescate 24 horas en los años 20 y 30

A golpe de manivela

En Chattanooga, Tennesse en los USA, existe un museo dedicado a los camiones grúa de todas las épocas.

En los años 30 camiones como este Chevrolet ofrecían un aspecto estupendo.

 

El automóvil significó una auténtica revolución a principios del siglo pasado, a medida que sus ruidosos motores lograban que los maltrechos caminos fuesen recorridos mucho más velozmente. Los USA protagonizaron buena parte de esa revolución industrial y, claro, los automóviles pronto empezaron a averiarse y alguien tenía que acudir a remolcarlos. Por Joan Garriga

Este Locomobile transformado en grúa demuestra como era el auxilio en carretera en 1913.

Camiones Grúa de Rescate 24 horas en los años 20 y 30

Hasta la aparición del automóvil y el motor de explosión que lo impulsaba, si uno quería ir de una población a otra dependía o bien de las líneas de ferrocarril a vapor o bien, cuando no las había a mano directamente de la tracción animal o los propios pies. Así las cosas, en un país tan extenso como los Estados Unidos un automóvil se convertía hace 90 años en el único medio más o menos veloz y fiable de poder recorrerlo. Pero claro, a veces

Para las gasolineras también pasa el tiempo.

El sistema de poleas de la grúa sobre el Locomobile que data de 98 años atrás.

 

sucedia que aquellas máquinas, no demasiado fiables, por muchas vueltas que se le diera a la manivela se negaban a ponerse en marcha. Y claro, si uno no era capaz de solucionar la avería y no había un mecánico a mano…Pronto se empezó a escuchar aquello de:”¿Hay una grúa por aquí?”

Turismo de lujo Packard modificado como grúa de rescate de 1929.

 

Desde luego el medio de remolcar una de aquellas nuevas máquinas llamadas automóviles parecía ser otro automóvil y pronto se vio claro que lo mejor era disponer de vehículos especializados. Habían nacido las primeras grúas y, como que todavía no existían camiones propiamente dichos, lo suyo era buscar alguno de los modelos más resistentes y potentes fabricados hasta la fecha para transformarlos.

Vestigio de 1913

El servicio Holmes de grúas de rescate actualmente es todavía una fábrica dedicada en exclusiva a las grúas de rescate.

 

En el “Towing and Recovery Hall of Fame and Museum” de Chattanooga, Tennesee, guardan como un tesoro una grúa de rescate en carretera Locomobile del año 1913. Cuando ahora admiramos esa grúa, parece curioso haber transformado así una limusina, pero claro sus propietarios no fueron capaces de encontrar un vehículo más poderoso en 1919, año en el que le cortaron la carrocería y añadieron la grúa marca Holmes de 4

Al remolque de un Ford T con la llanta de madera destrozada.

La colección de antiguas fotografías de operaciones de rescate de este museo resulta espectacular.

 

toneladas de capacidad. No resulta extraño que optasen por un Locomobile, pues esta marca neoyorquina fundada en 1899 era de lo mejorcito de la época. Su nombre provenía de la fallida idea de unir locomotoras a vapor y automóviles, algo que para 1901 ya empezaba a quedar claro que no era el camino a seguir, debido a la incapacidad de un automóvil a vapor para cargar agua y carbón para poco más 20 millas de autonomía. Parecía que el motor de explosión alimentado por gasolina era la gran solución y si hacía falta potencia no había más que fabricar grandes motores añadiéndoles los cilindros que hicieran falta. Los Locomobile pronto ganarían fama gracias a su potencia y a vencer en carreras tan exigentes como el rally Los Ángeles Phoenix de 1913.

En fabricación desde 1908 el Ford T disponía de 20 CV y alcanzaba la aluncinante velocidad de 70 km/h.

Camiones Grúa de Rescate 24 horas en los años 20 y 30

Existían modelos de hasta 90 CV de potencia, no estaba nada mal, aunque el consumo debía estar acorde con los 17 litros de cilindrada de su motor. Así las cosas esta grúa transformada en 1919 costó una auténtica fortuna para su época…Sólo el auto se comercializaba por cerca de 4.500 dólares, el equivalente a unos 100.000 de hoy en día.

Creación artesanal

Cabina y puesto de conducción de un Ford T de hace aproximadamente 100 años.

El eje trasero de ruedas gemelas fue uno de los primeros modos para transformar turismos en camiones.

 

Durante décadas todavía sería difícil distinguir un camión de un automóvil cualquiera. La tecnología y la economía no daban para mucho más y quien podía adquirir un automóvil si lo quería dedicar al transporte simplemente modificaba la parte trasera de la carrocería para albergar una carrocería. Así las cosas incluso el venerable Ford T, del cual se produjeron millones al ser el primer modelo en el mundo fabricado en línea de montaje, pudo ser visto trabajando como grúa de rescate. Las grúas de rescate en carretera, bueno o en simples caminos de tierra

Otro camión ligero Chevrolet de los años 30 equipado con grúa de rescate.

 

que por aquel entonces eran lo más habitual, contaban con cabrestantes, poleas y brazos que permitían rescatar a quien había llevado su auto a un lugar demasiado complicado para volver por si mismo. Aunque el esfuerzo humano era necesario para accionar las poleas. Sólo unos privilegiado empezaron a contar años después con los primeros cabrestantes accionados por el propio motor del vehículo grúa. Pese a eso lo cierto es que las primeras grúas contaban ya con una apreciable capacidad para sacar del apuro a los primeros automovilistas y camioneros.

Las restauraciones de este museo de grúas conservan fresca la memoria de antiguas empresas.

Collier otro nombre rescatado desde el pasado.

 

Eso sí, se trataba de auténticos vehículos de artesanía, como demuestra otra de las joyas del mismo museo. Se trata de un Chrysler de 1929, al cual se le cortó la carrocería, creando así una especie de pick up y añadiéndole una grúa del fabricante Beaver. La modificación se completó mediante la adición de un eje trasero y diferencial

La solidez de los Chevrolet ya se ponía de manifiesto en los años 30 del pasado siglo.

 

proveniente de un camión marca Fargo. Más sorprendente que esta habilidosa transformación realizada por el concesionario Chrysler-Plymouth, Hartigan Brothers, de Oak Park en Illinois resulta que el camioncito en cuestión

Otro turismo transformado como camión grúa, en este caso un Chrysler.

Lo increíble resulta que esta grúa transformada trabajó en un concesionario Chrysler Plymouth hasta 1971.

 

estuviese trabajando desde 1930 hasta 1971. Suponemos, que en cualquier caso la prisa no sería mucha entre los usuarios del servicio de rescate en carretera. Aunque desde luego queda claro que ya no se hacen grúas como las de antes.

A mediados de los años 30 ya se distinguían los modelos más pesados de los simples coches transformados.

 

The Towing and Recovery Wall of Fallen

Parte trasera de la grúa Chevy.

 

Cuando pensamos en monumentos como el muro de los caídos, que es la traducción de eso de Wall of Fallen, se suele hacer en relación a los caídos en algún conflicto bélico. Sin embargo los fundadores del museo dedicado a las grúas de Chattanooga, en el estado sureño de Teennesee, han dedicado un monumento de este tipo a las víctimas de un oficio, que se desempeñe en las carreteras del país que sea, resulta igualmente peligroso.

Monumento homenaje a los caídos en servicio en operaciones de rescate en carretera, Chattanooga, Tennesse.

Un homenaje a todos los profesionales del rescate en carretera.

 

De este modo el museo no sólo recuerda las máquinas empleadas por las empresas de rescate en carretera desde hace casi cien años, sinó que además rinde homenaje a los hombres que han hecho de este oficio su modo de vida y especialmente a aquellos que fallecieron desempeñando su imprescindible labor.

Camiones Grúa de Rescate 24 horas en los años 20 y 30

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