Los orígenes históricos de Ford Trucks (Parte 2ª)
The Golden Age. Los años dorados de Ford Trucks en el transporte norteamericano fueron desde mediados los 60 hasta final del siglo XX. Aunque la marca del óvalo ofreció un variado catálogo de camiones para todo tipo de transporte, sería en la distribución media, con la eficaz serie C, junto a los pesados conocidos como Louisville donde Ford Trucks se labró la mejor fama entre los american truckers. El Ford Aeromax, ya en los años 90, sería el último de esa exitosa estirpe de camiones clásicos del transporte norteamericano. Continuamos la narración que iniciamos en otro artículo sobre la historia de Ford Trucks Parte 1ª.
Por Joan GArriga
Este modelo no fue un superventas del transporte pesado en los USA. Pese a sus buenas características no logró llevar a la marca hasta el 20 por ciento de cuota deseada. Eso sentenciaría el futuro de la marca en el segmento pesado. A finales de los 80 del pasado siglo los dirigentes de Ford Motor Company decidían abandonar su negocio de vehículos industriales pesados, las clases 7 y 8 según la legislación del país, vendiendo por tanto a su rival Freightliner dicho negocio.
La última etapa
Dicha venta incluía la red de concesionarios, factorías como la histórica de Louisville en Kentucky, pero sobretodo la cuota de mercado. Aunque no había logrado rentabilizar adecuadamente el negocio para Ford si que sumada a la cuota ya de Freightliner haría de su negocio una exitosa baza. Los orígenes históricos de Ford Trucks (Parte 2ª)
El Aeromax de Ford Trucks se introdujo en 1988 en el mercado estadounidense. No sólo destacó por la aerodinámica mejorada sinó por una amplia familia de motores. Para los L-9000, se podía optar entre 28 motorizaciones distintas procedentes de Cummins y Caterpillar. Sus cilindradas iban desde los 10 hasta los 14 litros. Su potencia máxima disponible era de 444 CV. Destacó también por su excelente confort interno. Estaba claro que Ford Trucks quería recuperar su antiguo esplendor en el transporte interestatal norteamericano. Entre su equipamiento destacaron una nevera de 12 Voltios y la suspensión neumática disponible en la cabina, tanto en el puesto de conducción como en el sleeper.
El renacer fugaz de Sterling
Así los directivos de Daimler Trucks, puesto que el fabricante estadounidense Freightliner pertenece a los alemanes de Daimler, revivían una marca ya de su propiedad la histórica Sterling. Se trataba de un nombre histórico de los USA. Se había fraguado su sólida fama en los tiempos previos a la Segunda Guerra Mundial fabricando unos impresionantes camiones dúmper dedicados a la construcción.
Ahora, a caballo entre los siglos XX y XXI, los Sterling iban a ser de facto los Ford Aeromax fabricados bajo el pabellón de Daimler Trucks. No nos extenderemos más pues en esta narración queremos centrarnos en la trayectoria de Ford. Si que os diremos que los Sterling conservaban todo lo bueno del Ford Aeromax. Fueron camiones muy apreciados en el largo recorrido, pues sus líneas aerodinámicas les permitían alcanzar muy buenos consumos. Una de las herencias del Ford Aeromax eran unos sleepers, el gran habitáculo para descansar, amplios y con un amplio pasaje desde el puesto de conducción.
Además de en los propios Estados Unidos los Sterling se defenderían razonablemente bien en los mercados de Canadá y Australia. Pese a ello en pocos años desaparecerían de los mercados, en favor de las gamas de modelos Freightliner.
Los Louisville incluían los modelos LTL. Éstos más enfocados al largo recorrido y con un capot más largo que permitía alojar motores más potentes como el BigCam de Cummins. Cuando se introdujo la serie LTL se hizo tras una dura tanda de test en la ruta Anaheim-Philadelphia, cuyo recorrido transcurre a lo largo de 3.500 millas. Los orígenes históricos de Ford Trucks (Parte 2ª)
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Los modelos L de las series 6000 a 9000, en función del tonelaje desde la gama media para distribución a las tractoras más pesadas, fueron el auténtico superventas de Ford Trucks. De hecho, no sólo en los Estados Unidos sinó que sirvió para abrir mercados como los de Latinoamérica e incluso en la misma España de finales de los 70 del pasado siglo. Bajo su gran capot normalmente se podían encontrar mecánicas diésel de un fabricante como Cummins que era garantía de ahorro y fiabilidad.
El antecesor de los Cargo europeos
En la parte más ligera, la serie de morro L6000 para 6 toneladas de carga útil y motor a gasolina, podíamos encontrar un camión análogo de la Serie C. Se trataba, 6000 con motor a gasolina 600 con motor diésel, de un camión ligero, pero con la cabina abatible fabricada por Budd Company.
La exitosa cabina Budd
El diseño, muy al estilo europeo, era de una cabina sobre el motor, colgada por delante del eje delantero abatible. Curiosamente, esta cabina, que revolucionó el diseño de los camiones para distribución urbana cuando apareció en el catálogo de Ford Trucks hacia 1957, sería implementada por diversos fabricantes. De entrada la propia Ford Motor Company la comercializó como Mercury en algunos mercados, caso de Canadá. Pero se daría el curioso caso que debido a dificultades económicas la Budd Company, fabricante de la cabina de diseño original Ford, terminó poniendo a la venta parte de sus instalaciones. Aquello facilitó que sus moldes de fundición terminasen en manos de la marca rival Mack. De modo que también Mack lanzaría una exitosa gama de camiones medios para la distribución equipados con una cabina abatible idéntica a la de los Ford Series C.
Aunque los Ford Series C sin apenas cambios externos llegarían a los años 80 en plena vigencia, lo cierto es que su réplica creada por Mack no disfrutaría de la misma aceptación. No en vano los Mack con cabina Budd abatible apenas llegarían en producción a 1962.
Sería a partir de 1964 cuando la Ford Motor Company, aprovechando el buen momento de las gamas de automóviles de la marca, junto a la promoción de la Exposición Internacional de New York, cuando la marca decidió poner toda la carne en el asador para dominar también el transporte pesado. Aquello, en buena parte, se haría mostrando al gran público un revolucionario camión futurista. Se trató del Big Red y en él y su impresionante legado técnico que llega hasta el transporte de la actualidad se basará nuestro próximo episodio en la historia de Ford Trucks. Como consecuencia, Ford Trucks empezaría a lanzar al mercado opciones dobles de toda su gama. Por un lado camiones de morro, los conventional de los USA. Ese era el tipo de vehículo preferido por el camionero en Norteámerica. Por el otro de cada modelo una versión equivalente pero con diseño tipo COE. Es decir Cab Over Engine o cabina sobre el motor. Era el modo que tenían los ingenieros de Detroit para explicar a los transportistas que veían más lógico y eficaz un camión sin morro. Sin embargo, pese a dos décadas lanzando diseños ligeros y pesados de eficaces camiones COE, los truckers se mantendrían fieles a sus gustos. Los camiones con largos capots delanteros todavía hoy son la inmensa mayoría en las interestatales de los USA.
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